domingo, 1 de noviembre de 2009

Historia de Pinky pinky.

O de cómo todos los niños de un país se las arreglan para organizar una borota nacional de dos semanas.

Hace ya algunos años, en la región donde vivo, Hhohho, los niños de una escuela empezaron a contar que al ir al baño, oían una voz que les llamaba y les hablaba. No le podían ver, pero le oían claramente.
Al cabo de unos días, empezaron a decir que también les tocaba en el hombro, por detrás. El ente, genio, fantasma, espíritu, diablo o lo que fuera empezó a hacerse popular en la escuela, así que incluso le pusieron nombre: Pinky pinky.
El caso es que Pinky Pinky debía tener el don de la ubicuidad, porque también empezaron a notar sus efectos en otra escuela de la zona. Y luego en otra, y en otra. En pocas semanas, Pinky pinky hacia sus apariciones en todas las escuelas de la región de Hhohho, y empezó a hacerse notar también en escuelas de otras regiones del país.
A estas alturas, Pinky pinky ya incluso había sido visto por algunos niños, que lo describían como un ser mitad hombre y mitad mujer. Su lugar preferido seguía siendo los baños, pero también empezó a aparecerse en otros lugares. Pinky pinky iba volviéndose mas y mas descarado, y hablaba a los niños incluso en presencia de adultos, pero sólo los niños le podían oír y ver. Los niños empezaban a estar asustados, no querían ir al baño o quedarse solos un momento, el único tema de conversación en todas las escuelas del país (y en las calles y periódicos también) era Pinky pinky. Los profesores empezaron a tener problemas controlando a los niños, y mantener la atención en las clases se convirtió en un imposible. Algunos profesores también empezaron a relatar apariciones de Pinky pinky, así que el suceso se convirtió en un problema nacional de tal magnitud, que el gobierno decidió cerrar las escuelas de todo el país durante un par de semanas, durante las cuales inyangas, sangomas, cazadores de espíritus, exorcistas, cristianos ahuyentadores de diablos, etc, etc, fueron contratados para que alejaran a Pinky pinky de las escuelas.

Parece ser que la cosa funcionó, y por ahora nadie ha vuelto a hablar de Pinky pinky.

A mí siempre me pareció una especie de geniecillo simpático, aunque sólo sea por el nombre, y por supuesto, la historia de Pinky pinky me puso en bandeja la posibilidad de ir dando sustos a diestro y siniestro, tocando en el hombro y por detrás a conocidos, amigos, compañeros de trabajo y cualquiera que se pusiera a tiro, a la voz de ¡Pinky pinky! Menudos respingos. La historia duró meses.

13 comentarios:

isobel dijo...

jajajaja, cuando la realidad se mezcla con la ficción puede aparecer cualquier cosa, menos mal que no vivo por allí, tendrían que bajarme de cualquier árbol, soy experta en respingos.
Fíjate como sera la cosa, que a veces en el cine, doy mas espectáculo que la propia película, besos de animas.

Filoabpuerto dijo...

¿ Esa es la "versión" halloween de
Hhohho ? Me resulta muy simpática la figura de Pinky pinky, en el fondo eso del "más allá" crea en cada sitio sus propios temores y personajes ¿no? pero puestos a pedir, prefiero ese simpático fantasma local a otros como los de halloween tan "foráneos" y tan producto ya de sociedad de consumo. He leído que la noche de Halloween mueve un montón de dinero en disfraces, objetos, fiestas...


Saluditos

Merce

Luis López dijo...

Es alucinante. Imagino que habrá ocurrido algo en alguna ocasión y que eso se fue corriendo. No obstante, los niños son capaces de cualquier cosa, incluso de cerrar escuelas. Saludos y cuidado no te ataque por retaguardia algún Pinki Pinki.

leo dijo...

Pues me ha encantado, Jesús, pero ¿es de verdad? He disfrutado muchísimo con la historia y me gustaría tanto que fuera real...
:-)
Un beso.

La Rata Paleolítica dijo...

** Isa, jua, jua, que pena no tenerte por aquí. Creo que te habría hecho pasar mas rato subida al árbol que en el suelo, jiu, jiu.....
Toquecito en el hombro, y sí, ya voy llamando a los bomberos...

** Merce, viví en Gran Canaria un par de años, bien es cierto que ha pasado algún invierno que otro desde entonces, y no recuerdo que se celebrara jalowen como tal, ni en ninguna otra parte de España, o mala memoria mía, o los tiempos cambian y yo no me entero mucho desde ésta parte del mundo. Que pena en cualquier caso. Hay que adoptar costumbres y tradiciones foráneas, y todo al final acaba en puro consumismo.
Me quedo con Pinky pinky, que por lo menos me resulta simpático como a tí y me saca la sonrisa.
Besos asustones.

** Luis, efecto bola de nieve, y escuelas cerradas. Así de sencillo, menuda pandilla de Pinky pinkys, eh?
Abrazos tipo Pinky.

** Leo, real del todo. Cuando me decidí (o me decidió mas bien, algún bhuti y alguna sisi que otra) a empezar este plog, pensé simpre en que fuera lo que el título dice. Cosas de la vida aquí. Reales del todo, salvo el mismo Pinky pinky, claro, que yo todavía no lo he visto, aunque sí sus efectos, con lo cual, en pura ciencia, glabs, glup,... Besos mirando un poco para atrás...

Mariluz Arregui dijo...

Primero
esta historia, leída hoy desde aquí, me suena como un cuento fantástico...e inimaginable aquí,,claro.


Segundo: si yo hubiera estado allí, de profe, por ejemplo, creo q ue me hubiera costado un poco decidirme por seguir asumiendo el papel de adulta...:)), y no sé si no habría ayudado también un poco a 'ver' a pinky pinky...jaja,,te lo prometo. Me parece genial.


Y tercero:
das en el clavo, esto que has contado son cosas de la vida real de allí..
imposibles de vivir con esa magia....aquí. Genial.


Me chiflan los niños. Son lo mejor. Sin duda.


Sisi

RITMO RANCIO dijo...

Saludos desde el Sureste de España.

Hoy me ha contado Mari Luz Arregui acerca de tu blog y desde luego que ha merecido la pena la visita.

Bonita y conmovedora historia.
Espero seguir en línea

Un abrazo musical

RITMO RANCIO dijo...

Se me olvidó comentar que la música una pasada..
Me divertí mucho con los comentarios de la primera entrada
Gracias
Un abrazo
Quino

Lalita dijo...

La historia de Pinky Pinky,me parece genial,y tal como la cuentas ,entrañable;yo ya la conocia porque me la contaste y andabas por ahi haciendi Pinkys Pinkys a troche y moche.Buena idea hacer unas bromas y risas abundantes.Abrazos.

La Rata Paleolítica dijo...

** Sisi, supongo que algo así leído en aquel antorno puede sonar un poco a cuento de hadas, ficción, o algo así, claro, no me había hecho a la idea. El día que escriba aquí alguna ficción prometo señalarlo claramente. Y por supuesto, no me cabe duda que estarías del lado de.... los veedores de Pinky pinky. ;o) Besos Pinky pinkeros cascabeleros.

** Quino y demás componentes de Ritmo Rancio, muy bienvenidos cuando gusteis. No puedo dejar de imaginarme al grupo de la foto que he visto en vuestro blog, paseando entre entradas sobre tormentas, leones y pinky pinkys, a ritmo de bolero y habanera, lo que le pone un gusto muy especial. Encantado de teneros por aquí. Abrazos a ritmo.

** Lalita, que juegas con ventaja, eh? que tú muchas de estas historias las conoces con antelación. Lo de hacer pinky pinkys supongo que te refieres a lo de ir asustando a la gente por ahí tocandole en el hombro. Sí, la verdad es que el suceso me dió para hacer el gamba una buena temporada. Un gran abrazo con toque Pinky pinky.

Filoabpuerto dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Filoabpuerto dijo...

Jesús
el comentario suprimido era mío, me confundí y puse aquí el de arriba

Saludos
Merce

Mariluz Arregui dijo...

He encontrado el lugar donde leí lo de la epidemia de la risa, en Tanzania:

http://www.fogonazos.es/2009/03/la-epidemia-de-risa-de-tanganika.html