lunes, 15 de febrero de 2010

¿Animistas? (I).

Una pregunta que los visitantes a esta zona de Africa me suelen hacer a veces es sobre religión. Y la pregunta en la mayoría de las ocasiones es hecha presuponiendo que la religión tradicional de los Swazis es de tipo animista; La gran mayoría de los visitantes piensan que los Swazis son o eran animistas, porque presuponen que es así en general en la mayor parte de las tribus de Africa negra.

No soy especialista en religiones, ni he hecho estudios sistemáticos o investigaciones a fondo sobre el tema. Pero sí me interesa enormemente la cuestión, y quiero dejar una idea de cómo veo yo las cosas, tanto por lo que he podido leer, hablar, comentar y ver viviendo aquí, como por lo aprendido en estudios hechos por algunos autores.

En general, cuando se piensa en Africa y en religión, se tiende a pensar en animismo. Y ese animismo existe, qué duda cabe, pero pocas veces en la forma pura que se imagina, y en muchas ocasiones las religiones ancestrales de las diversas etnias y tribus africanas poco tienen que ver con animismo.

Me centro ahora en Swazilandia como territorio, con los diversos pobladores que ha tenido a lo largo de miles de años, y en la tribu Swazi, perteneciente a la etnia Nguni que se engloba dentro de la gran etnia Bantú.
En esta primera entrega pretendo dar una idea de las religiones y creencias de los diversos pobladores que han habitado estas tierras, y en la segunda me centraré más extensamente en la religión tradicional swazi.

Las gentes que poblaban esta zona de Africa en los últimos miles de años, eran los ascendientes directos de los que conocemos hoy en día como Bosquimanos o gentes San, y por lo tanto, las tradiciones, creencias, y arte de estos Bosquimanos son herencia directa de aquellos antiguos pobladores.
Creían de forma algo vaga e imprecisa en la existencia de un ser supremo espiritual y creador, tienen mitos y leyendas sobre la creación, y conceptos animistas salpican aquí y allá sus creencias.
Su forma de dividir gente y animales era muy diferente a la nuestra. Para ellos, todos somos animales. La diferencia es que algunos animales comen las cosas crudas, mientras que otros las comemos cocinadas. Creían que el hombre no estaba confinado necesariamente a la forma de su cuerpo, sino que en estado de trance, podía transformarse en formas de animales, y luego volver a su forma humana a voluntad.
Creían en la existencia de dos mundos: Éste mundo, el que podemos ver, y el más poderoso mundo de los espíritus, que al fin determina causa y efecto en éste. Los chamanes eran personas con habilidades para moverse entre los dos mundos, e incluso alterar el equilibrio de poder; en momentos de tensión, enfermedades, o sequías por ejemplo, el chamán debe acudir al mundo de los espíritus, averiguar que está causando el problema, y solucionarlo.
Algunas pinturas rupestres bosquimanas se interpretan como verdaderos registros de estos viajes realizados por los chamanes al mundo de los espíritus, para recordar al grupo que quedó atrás qué pasó y porqué.

Hacia el año 400 DC, procedentes de la lenta migración de pueblos bantú de centro y este de Africa, empezaron a asentarse en esta zona grupos de colonos negros. Se desconoce la lengua que hablaban. Trajeron una nueva forma de vida, nuevas costumbres, agricultura, ganadería, fundición de hierro, etc.
Creían en la existencia de dos mundos; El nuestro y el de los ancestros. Creían en la existencia de un único y distante ser supremo, creador de absolutamente todas las cosas.
El mundo realmente importante era el de los ancestros, que era donde se tomaban las decisiones trascendentes, y la gente podía ponerse en contacto con sus ancestros en sueños o utilizando una persona con conocimientos para moverse entre los dos mundos - sangomas (sanadores tradicionales) -, y capacidad para interpretar los deseos de los ancestros entrando en trance para comunicarse con ellos.
Hacia el año 1.200 DC, una segunda oleada de pueblos Nguni acabó por dejar la población bosquimana de estas tierras reducida prácticamente a la nada.

A principios del siglo XIX, hicieron su aparición en estas tierras pobladores blancos de dos procedencias distintas: Los Boers, rígidos calvinistas en busca de tierra para establecer sus granjas y llevar una vida autosuficiente según sus creencias, y los ingleses, en busca de minerales, oro principalmente; Y ambos grupos, dispuestos a exterminar, utilizando justificaciones morales o religiosas, a cualquiera que se interpusiera en el camino para lograr sus fines.
Ambos grupos creían en la existencia de dos mundos, el actual en el que vivimos, y el de la vida eterna, bien sea en el infierno o en el cielo, que nos espera tras la muerte. Creían también en la existencia de un ser supremo, creador de todas las cosas, con el que se comunicaban por medio de la oración o de personas especialmente cualificadas para ello; curas, pastores, frailes, religiosos, etc.
Creían también tener el derecho y mandato divino a difundir y/o imponer las “tres Ces”, o sea Comercio, Cristiandad y Civilización.

La población que se encontraron, de una gran espiritualidad y con las creencias anteriormente citadas, era un terreno de cultivo ya abonado y excelente para expandir sus creencias, y así ocurrió. Para la mayoría de los Swazis, la idea de los dos mundos y un único Dios creador de todas las cosas tenía ya perfecto sentido, y el cristianismo simplemente rellenaba huecos, detallaba y explicaba algunas cosas de un concepto espiritual y religioso ya existente y conocido para ellos.

Así, la cristiandad se extendió rápidamente entre los swazis en la forma que llamamos Zionismo, consistente en una curiosa mezcla de veneración (y todo lo que ello conlleva) tradicional hacia los ancestros, y creencias Cristianas y del Antiguo Testamento principalmente. Esta influencia del Antiguo Testamento tiene una gran importancia, al promover y hablar de posesión por espíritus, profecías, hablar en lenguas desconocidas, adivinación, sacrificios y poligamia.

Creo que es muy interesante pararse a pensar unos momentos sobre las semejanzas y diferencias en las creencias y costumbres expuestas en los apartados 1, 2, y 3.
En el próximo capítulo, me centraré principalmente y expondré más extensamente la religión tradicional Swazi.

martes, 2 de febrero de 2010

¡Hora del bañoooo…!

A los elefantes les encanta bañarse; Normalmente primero la manada bebe agua, cuando todavía el fango del fondo no se ha removido, y luego llega el tiempo de baños y juegos para quien le apetezca. Aunque claro, a veces algún jovencito se olvida de esperar a que todos beban para empezar a jugar…

- Huy, huy que bieeeeeeeennn, vamos allá…


- Je, jeee, el submarino…


- Me siento en el fondo, me echo para atrás…


- Me revuelco para un lado…


- Y hasta me tumbo patas arriba. Ja, esto es vidaaaaaa….


- ¿Porqué os vais? serios mas que serios, solo porque he removido un poco el fango, que sois unos soseras…