viernes, 23 de octubre de 2009

Tormentas.

Llegó la época de lluvias cortas, y con ella las espectaculares tormentas. Africa Austral sufre una sequía que dura ya 12 o 13 años, así que cuando llega el momento, todos miramos al cielo con insistencia esperando las nubes, y que al menos traigan el agua suficiente para que los ríos no se sequen completamente. Y parte de este agua cae siempre en forma de espectaculares tormentas con gran aparato eléctrico.

Desafortunadamente los rayos matan todos los años a unas cien personas en Swazilandia, lo que en una población de alrededor de un millón considero que es una cifra altísima. Las tormentas sorprenden a la gente en sus quehaceres diarios, cuidando ganado, recogiendo leña, volviendo del trabajo, etc., lejos de sus casas, arriba en las mesetas de las tierras altas, y por supuesto, no hay pararrayos, así que a veces familias enteras son encontradas muertas en sus casas por rayos que han entrado por alguna ventana, atraídos por techos metálicos, etc.

Resulta impresionante y sobrecogedor ver estas tormentas, uno tiene la impresión de ser muy muy pequeñito ante estas fuerzas de la naturaleza desatadas. A veces empiezan avisando las hormigas aladas, que supongo sienten el cambio de presión y salen del hormiguero volando hacia arriba en forma de chorro. Me gusta sentarme en la terraza (a cubierto) con las montañas frente a mí, los espectaculares colores que el cielo va tomando, la fuertes ráfagas de viento, el olor a ozono, y después, con la tormenta ya desatada, el agua cayendo a mares, rayos y relámpagos iluminando las montañas como a la luz del día, los perros intentando buscar cobijo, es todo un espectáculo. Mas de una vez he tenido que cambiar el ofrecimiento de piscina con el anuncio de baños de barro (me puede llevar hasta una semana devolverla a su estado de piscina normal).

Los Swazis tienen terror a las tormentas, lo que es perfectamente comprensible después de lo dicho, y claro, también tienen la solución, que al parecer no siempre funciona. Se llama Bafana a dos palos que la abuela (o el abuelo si la abuela murió) de la casa sitúa a ambos lados y por encima de la puerta de entrada en estos casos. Se supone que dan protección a la casa y sus habitantes, manteniendo alejados a los peligros que conllevan tormentas y mal tiempo.
Y el caso es que “Bafana” significa chicos, literalmente chicos pequeños, chavalines. La única explicación encontrada es que estos chavalillos normalmente son los encargados de cuidar de las vacas, y suelen llevar en la mano un palo para ayudarse en el manejo del ganado, y de ahí y por extensión, igual que los chicos que cuidan el ganado son llamados Bafana, también los palos que cuidan de la casa lo son.

A la voz de zafarrancho de tormenta, todo el mundo empieza a correr cerrando ventanas, desenchufando absolutamente todo, recogiendo cualquier cosa que haya en el exterior, preparando linternas, velas y candiles de parafina. Los rayos queman transformadores sin protección, lo que te puede dejar sin electricidad durante días, y las subidas de voltaje consiguientes hacen temblar neveras, y chocarran televisores, lavadoras, y cualquier cosa que estuviera enchufada.

Pero bienvenidas, lluvias.

Mangoane Mpulele: Canción de la lluvia. Tribu Sotho.

La ceremonia Swazi de pedir lluvia es interesantísima, muy complicada, y basada creo en la muy antigua ceremonia de la tribu Pedi. Ya casi la tengo completa y preparada para contar.

domingo, 18 de octubre de 2009

Galería de sonrisas.

No tenía la menor intención de hacer nunca una entrada como ésta. Sin embargo, después de la anterior, y los comentarios y reacciones que he visto, creo que debo cambiar mi decisión. Esto que llamo “Galería de sonrisas” se hace realidad gracias al esfuerzo, generosidad y ganas de gentes particulares, y creo en justicia que debéis verlas y disfrutar de ellas, igual que yo también las disfruto en vivo y en directo. Gracias a todos, de parte de ellos.

Por muy diversos motivos, alguien provocó esas sonrisas. Pero centrándome en el tema de la educación, quiero añadir que alguien me preguntaba hace unas semanas, en que podía cambiar la vida de uno de estos niños el hecho de tener la posibilidad de acudir a la escuela asegurada.
Después de una larga explicación sobre las condiciones de vida de éstos niños, como conclusión, le respondí: “…
simplemente, que sus hijos no necesitarán de gente como vosotros. Dignidad.”



domingo, 11 de octubre de 2009

Una sonrisa apagada para siempre.

Como otras tantas y tantas, que nunca volverán.

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Es generalmente aceptado que la niñez es una época que confiere una inmunidad relativa del riesgo de comportamientos suicidas.

Hago un extracto de un informe del suicide education and information centre (SIEC) de Canadá.

“Esta creencia se basa en dos nociones; la niñez está en gran medida libre de problemas y tensión, y los niños no tienen todavía la madurez de desarrollo suficiente como para poder pensar en o actuar de forma suicida (Pfeffer, 1993: 175).
Sin embargo, investigaciones recientes revelan que ya en grado tres (8 – 9 años), los niños tienen ya un completo entendimiento del suicidio, y que niños más pequeños comprenden el concepto de “matarse a sí mismo” (Mishara, 1999: 105, 115). Las estadísticas también revelan que los niños tienen pensamientos suicidas.
Datos de Statistics Canada indican que para ambos sexos, entre 5 y 14 años, ahorcamiento y armas de fuego son los métodos usados en el 90% de estos suicidios.”

En Swazilandia, las armas de fuego se sustituyen con la ingestión de venenos de uso agrícola, fácilmente accesibles para todo el mundo.

Y expongo esto para que nadie dude de que una niña de 6 años puede tener pensamientos suicidas y puede llegar a matarse a sí misma.

En Swazilandia la educación no es gratis. Todos los niños que van a la escuela tiene que pagar, incluso en escuelas públicas, incluso aunque tengan que sentarse en ladrillos o en el frío suelo, en clases a veces sin siquiera cristales en las ventanas.
Teóricamente el gobierno debe pagar por los huérfanos, pero a veces es un proceso tan complicado que, por diversos motivos, muchos huérfanos se quedan en la calle, mientras con triquiñuelas y corruptelas, otros que no lo son ni lo necesitan en absoluto se benefician de ello.
Hace dos años el gobierno prometió implementar un plan por el que cada año se pondría la enseñanza gratuita en un grado, empezando desde primaria grado uno, y cada año sucesivo cubriendo un grado mas, hasta cubrir toda la enseñanza primaria, pero sigue sin hacerlo realidad.

Desgraciadamente, la noticia de la foto, no es el único caso. El grado de frustración de estos niños es mayúsculo, el estrés al que se ven sometidos es inaguantable.

Niños que viven en casas de barro y palos, en condiciones de pobreza difíciles de imaginar, que a veces comen una vez al día con suerte, que estudian a la luz de una vela, rodeados de otros tantos niños de todas las edades, que sienten el frío del suelo al dormir, que tienen que cuidar de las cabras cuando vuelven del colegio, que a veces tienen que andar kilómetros para llegar al colegio, a veces cruzando ríos, a veces sin puente, con todos los peligros imaginables en el camino, violadores, leones, cocodrilos, rayos, etc.

Una niña de 6 años ha terminado con su vida colgándose de un árbol porque no podía hacer los exámenes finales de Diciembre.

Una niña de 6 años se ha suicidado porque no tenía dinero para pagar la escuela.

Una niña de 6 años, se ha suicidado.

Solo quería poder estudiar.

sábado, 3 de octubre de 2009

Volverán las...

…rayadas golondrinas. Sí, siempre vuelven.
Este año un poco retrasadas, que para finales de Agosto o principios de Septiembre ya suelen estar aquí.
A mediados de Septiembre empezaron a verse bandadas revoloteando por el jardín, jugando al atardecer. Disfruto mucho viéndolas contra las Montañas Mdzimba, persiguiéndose unas a otras, haciendo bruscos cambios de dirección, gozando de ser las dueñas de ese espacio tan ansiado y soñado por el hombre.

Pero el nido que está justo encima de la puerta de entrada principal seguía vacío. Ya pensaba que la parejita no venía este año, vaya usted a saber porqué.

Hace dos días las vi. Posadas en la ventana de la cocina que da a su nido, como les gusta ponerse de par de mañana, una junto a otra.
A media tarde estaban muy activas, haciendo incesantes viajes entre el nido y el bosque de al lado, trayendo en el pico trocitos de barro, pelusillas y pequeñas hierbas, supongo que para adecentar el interior de la casa después de la ausencia invernal.

La golondrina rayada africana menor, Hirundo abyssinica (la mayor es Hirundo cucullata), Inkonjane para los swazis, vive en el Africa Subsahariana extendiéndose hacia el Sur por la parte Este de Sudáfrica. Mide unos 15 cm, y se alimenta principalmente de insectos (mariposas, langostas, avispas, abejas, mosquitos, hormigas, etc.) que caza al vuelo la mayoría de las veces. Hace sus nidos en forma de bol o taza redondeada con barro, y le añaden una curiosa entrada en forma de tubo alargado por un lado. Son animales migratorios, y el mismo nido es utilizado una y otra vez por la misma pareja (son monógamos) durante años. Estos pájaros encuentran su pareja y permanecen y crían con ella el resto de su vida.

La parejita en cuestión apareció hace 4 años, hicieron su nido bajo un saliente de la puerta de entrada principal, y vuelven regularmente todos los años a finales de Agosto. Cuando llega el invierno, allá por Mayo, desaparecen hacia el norte en busca de tierras mas cálidas. Durante los meses que permaneces aquí crían varias veces, de 3 a 5 huevos cada vez. Cuando las crías salen del huevo permanecerán sin asomar la cabeza fuera por unos días, pero se las oye protestar pidiendo comida, y las atareadas idas y venidas de los padres solícitos en su quehacer de proporcionar alimento a sus crías se hacen constantes.
Con el primer sol de la mañana, gustan de posarse un buen rato, una junto a otra, en la ventana de la cocina cercana a su nido. Se han hecho a la casa y sus habitantes, y de vez en cuando se dan una vueltecita por dentro; Primero se atrevían sólo con la cocina, pero poco a poco han ampliado territorio y se dan unos revoloteos también por entre las vigas del alto techo, y alguna que otra habitación.

Son bienvenidas en general porque comen insectos, mosquitos sobre todo, y verlas en sus quehaceres diarios es un auténtico deleite para los sentidos.
Los Swazis utilizan el barro de sus nidos con fines medicinales, y sus plumas con fines mágicos (muti). Un ejemplo: Se prepara una cocción con una mezcla de plumas de inkonjane y algunas hierbas, y antes del partido de fútbol, y procurando que el equipo contrario no lo vea, se esparce ésta mezcla por el campo. Esto dará alas al equipo y les permitirá moverse y driblar al contrario con la rapidez, agilidad y habilidad de las golondrinas.






lunes, 7 de septiembre de 2009

Mirada 2

Estas fotos van dedicadas especialmente a quién prefería no ver la foto completa de la entrada anterior.
Y dedicadas muy especialmente a los habitantes de la Enterprise.

Con cariño para todos, ayer mismo.



Hace pocos días, en el transcurso de un safari a pié, vimos un cocodrilo de 4 metros tomando el sol en una isla de un lago. Una familia de wartogs (jabalí verrugoso), mamá jabalina y 4 pequeños juguetones, retozaba ramoneando por la orilla del lago. Una clienta me pregunta si el cocodrilo no ataca. Le digo que justamente están saliendo del medio letargo invernal, y éste debe andar todavía vaguete. Al volverme, el croco había desaparecido de la isla. Los ojillos y la nariz avanzaban lentamente por el lago poco a poco, enfilándose disimuladamente hacia la zona donde estaban los jabalíes. Se para a 3 o 4 metros de la orilla, un jabalí se acerca a beber, los ojillos desaparecen bajo el agua, salto terrible, agua y barro por todos lados, gruñido angustioso del que sabe que va a morir, y todo acabó (me pasé el resto del safari con las clientas colgando de mi camisa por detrás, mirando por encima de mi hombro, y no dejando que me alejara ni 2 metros).

El juego de la vida y la muerte, en vivo y en directo, impresiona y pone la carne de gallina clueca.

Así como esto, el sonido del crujir de un fémur entre las fortísimas mandíbulas de la hiena, hace que la espina dorsal se encoja y un sudor frío recorre la espalda. El pelo se eriza, y el golpe de adrenalina sube a límites insospechados.

Está marcado en nuestro sistema nervioso, pura supervivencia; no hace para tanto que las posibilidades de que ese fémur fuera el nuestro eran mucho mas altas.

La mantis devorando su presa entre las patas, el gecko que engancha una hormiga voladora casi mas grande que él mismo, no nos impresiona tanto. Están mas alejados en la escala animal, no son mamíferos.

Y tantas otras parecidas, que aquí donde vivo y en mi trabajo, se ven de vez en cuando; El juego de la vida y la muerte en la naturaleza, en vivo y en directo, la supervivencia, y la búsqueda continua de equilibrio.

Hay algo común en todos los casos descritos: Naturaleza, supervivencia, comer.

Sin embargo, al ver la foto citada en "mirada", el sentimiento es diferente, y hay unos componentes de repulsa y tristeza diferentes. No hay lucha por el trozo de pan, sino verdadero disfrute en el jugar con un animal causándole sufrimiento puro y duro. Eso sí, por tradición y cultura.

Como bien dices, Hipatía, esto no se encuentra en la naturaleza y como tú dices otra vez, ese hecho precisamente es el que da miedo, me espeluzna a mi también; la tira. Mucho más que la hiena. Mucho más que el croco.

Las opiniones, meditadas todas fueron.
Los insultos, por una entraron y por la otra se escaparon.

Y la jirafa. Pues la jirafa mira un poco pensativa, sonríe, y luego se va a comer de una deliciosa acacia, que es lo suyo.



jueves, 3 de septiembre de 2009

Mirada.

Hace algunas semanas caí por casualidad en la página de un medio de comunicación español. Una foto en primer plano atraía la mirada, y rodeándola, estaba escrito un artículo sobre las fiestas de España. El artículo versaba sobre las restricciones en gastos que tenían que tener en cuenta los ayuntamientos para los presupuestos de dichas fiestas, dada la crisis económica. Ni entro ni salgo en todo esto.

Pero sí en la foto.

Los ojos de la imagen que acompaña esta entrada pertenecen a la foto centro del artículo. Consistía ésta en un toro, con los cuernos en llamas, la testuz al rojo, lo que parecen unos alambres colgando de los cuernos, supongo que para sujetar el montaje que arde en su cabeza, y otras lindezas que prefiero dejar a la imaginación de cualquiera que se digne parar por un momento a pensar en qué ocurre si un toro, o cualquier ser viviente, se pasa un tiempo, horas supongo, con ese montaje ardiendo en su cabeza. Incluso teniendo en cuenta que, hoy en día, al toro se le embadurna barro en grupa y testuz, y que el montaje de fuego no se ata directamente a los cuernos, sino a cierta pequeña distancia por encima.

Qué horror.

Enseñé la foto en el lugar dónde vivo, Swaziland, Africa; Tuvieron la desgracia de cruzarse con ella desde profesores de universidad hasta gente que vive en el campo comiendo lo que cultiva, sin agua y sin luz.

Algunos comentarios fueron (mis interlocutores son varias personas):

- Qué hizo el toro para merecer semejante castigo?
- Nada, el toro no hizo nada. Ya he dicho que en mi cultura, hacemos esto para divertirnos. Es algo tradicional; igual que a vosotros os gustan vuestras tradiciones, esto forma parte de las nuestras.
- Aaaaah. Pero qué tiene de divertido el someter a un animal a ésta tortura?
- Es algo cultural, hay gente a la que le gusta y se lo pasa bien haciendo esto.
- En tu cultura se le da éste tratamiento a todos los animales? Cómo podéis disfrutar de hacer sufrir a un animal de semejante forma?
- Esteeee, no. No a todos los animales. Bueno, antes tirábamos cabras vivas desde altas torres llamadas campanarios, y jinetes a caballo intentan descabezar gansos (creo) vivos que cuelgan atados por las patas de una cuerda, y soltamos un toro por las calles que es lanceado y dardeado durante horas, etc, pero desde hace pocos años ponemos los gansos ya muertos, y la cabra ahora es un artefacto pirotécnico, …
- Nos estás contando cosas muy extrañas.
- (Con tono cabreado) Por qué traes semejante cosa (la foto) aquí?
- Hey, en vuestra ceremonia sagrada Incwala, los guerreros mas jóvenes intentan matar un toro negro dándole puñetazos en la frente.
- Es cierto. Pero eso no significa que nos guste a todos. Y debe morir rápido, no se trata de disfrutar haciéndolo sufrir.
- Están muy locos, y además la mayoría de las veces simplemente lo degüellan.
- Porqué nos has traído semejante cosa (la foto)? Qué pretendes enseñarnos?
- Nada especial, sólo otro aspecto de mi cultura y tradiciones.
- Guárdala en tu bolsillo.

Creo que la consideración y respeto que pudieran tener algunos de mis amigos por mí personalmente, y por mi cultura y tradiciones en general, han bajado bastante.

Qué lleva a alguien a defender, querer, y disfrutar estas tradiciones. Lo mas bajuno, el producir sufrimiento, atroz en este caso, libremente, sin trabas, oficial y supongo que legalmente, con el jaleo de fondo del resto,y además disfrutar de ello. Descargar las propias frustraciones, incapacidades y cobardía de esa forma extremadamente violenta, y sentir placer y orgullo por ello.

Como dijo mi buen amigo Fer, “sallop”, “personajes que describen bien la cobardía humana”. Recomiendo encarecidamente la lectura de su escrito duendes en nuestras vidas; sabe mucho de esto.

Muy aleccionador también, para leer entre líneas, y para intentar poner algo positivo en toda esta basura, Cuando lleguen las lluvias. Disfruté mucho leyéndolo, gracias Morgen.

** No pongo la foto completa porque no me apetece que esté aquí, por respeto a quién no necesita verla, y muy especialmente por un profundo respeto a mi buen amigo y su escrito.

** En alguna parte leí que quizás fuera Mahatma Gandhi quien dijo que “La grandeza de una nación y su progreso moral pueden ser juzgados por la forma en que sus animales son tratados”.

tomatina_260809** Prefiero dejar mi comentario sobre el escrito “dirección del mundo en manos españolas” (el confesionario) para mejor ocasión. De verdad. Sólo decir que no me gusta en manos de nadie.

La mirada, esos ojos, ya medio ciegos probablemente; el miedo, terror, pánico, rabia, ansias de sobrevivir y defenderse, lucha hasta el agotamiento, y al fin, vencido, cansancio, debilidad, locura, y abandono por el terrible sufrimiento.

Que rabia siento. Ni tan siquiera espero respuestas.

La jirafa llora.

jueves, 27 de agosto de 2009

Caracoles!


Muchos bichos y bichitos adquieren por aquí proporciones que no estamos acostumbrados a ver en campos europeos. Uno de tantos es este gigantón, que no tengo claro si es Achatina marginata o Achatina fulica, caracol de tierra gigante africano para los amigos. El género Achatina engloba más de 30 especies de estos gigantones africanos, siendo Achatina achatina el que alcanza mayores dimensiones (hasta 30 cm). La concha mide como una mano, entre 15 y 20 cm, y llega a pesar 300 gramos. El de la foto es un jovencito de uno 11 o 12 cm de concha. Viven entre 5 y 7 años, son hermafroditas, exclusivamente vegetarianos, y de hábitos nocturnos. Les gusta la humedad, así que desarrollan la mayor parte de su actividad al amanecer y al anochecer.

Probablemente sea el molusco terrestre de mayor tamaño.

Es comestible, y de hecho se vende en Europa, enlatado, haciéndolo pasar por uno de los caracoles conocidos de la gastronomía europea. A los swazis les repugna sólo el hecho de pensarlo, aunque se comen sin problemas algunos saltamontes, vivos, de 7 u 8 cm, que por otra parte al parecer son muy nutritivos.

Desde no hace mucho tiempo, en Europa y América se ha extendido la costumbre de criarlos en casa como mascota. Cuidado por que son portadores de parásitos, incluido un tipo de meningitis, además del consiguiente peligro de causar plagas en los campos y grandes desastres en los ecosistemas autóctonos.

Y dice la jirafa que, por favor, a ver si podríamos tener un poquito de cuidado y respeto por la Tierra, que es la única que tenemos; Ellos, y nosotros.

Procedente del Este de áfrica, se le considera una especia invasiva, y causa enormes estragos en huertas y plantaciones. Atrae serpientes y otros bichos no bienvenidos cerca de las casas, así que cuando uno se los encuentra paseando por el jardín se los echa fuera. Muchos Swazis se muestran temerosos de cogerlos vivos.

Conocido como umnenkhe, dicen los swazis que si el sol de la mañana pilla al caracolito lejos de una sombra, se seca rápidamente y muere. Cuando encuentran su concha, inkumba, vacía, la muelen concienzudamente con un rallador llamado litje lekusila, hasta obtener un polvillo muy fino, que se pone en los ojos del ganado, bovino principalmente, con el fin de sanar diversas dolencias oculares. Dicen los swazis que no es utilizable en humanos.

- Póngame 800 grs de caracoles. (o sea, 2 unidades, a rodajas, para la caracolada).