lunes, 22 de marzo de 2010

Voy.

Esta entrada quiere ser sólo un simple adiós y un hola.
Sigue completamente vigente la entrada anterior ¿Animistas? (II)
para quien desee comentar algo (o cualquier otra entrada, por supuesto).

Eso, que voy a pasar unas semanitas a la vieja Europa.
Ha sido un año un poco de locura, con muchas sorpresas, eventos, sucedidos, retos, líos y deslíos, así que hay ganas de descansar y cambiar un poco de aires. Y hay ganas sobre todo de abrazar a familia, amigos y conocidos.

Pasar rato con la familia, pisar un poco de asfalto, ir al cine, pasear por viejas calles conocidas, corretear un poco arriba y abajo visitando amistades y lugares, disfrutar de todo ello; Llevo pocos planes (algunos sí), como de costumbre, la mayoría saldrán por sí solos. Y esas semanitas se pasan volando.

No sé que será del plog durante éste tiempo. Es uno de los planes que también está sin planear; Irá saliendo.

Ya empecé las despedidas hace bastantes días; Hamba kahle (vete con bien) me dicen, y salani kahle (quedaos con bien) respondo; Casi siempre hay alguien que me pregunta si volveré; Sí, siempre vuelvo; siempre vuelvo aquí; y siempre vuelvo allá. Tantas despedidas dejando tantos kilómetros de por medio me entristecen un poco; a veces tengo la sensación de pasarme la vida despidiéndome; O quizás demasiados ojos inquisitivos. Pero fui yo quien eligió esta vida, nadie me empujó, así que no vale quejarse.

Hasta pronto Africa. Hola Europa.

miércoles, 17 de marzo de 2010

¿Animistas? (II).

La religión tradicional Swazi pasa por la creencia en un ser supremo, al que se le llama Mvelinchanti o Mkhulunchanti, y una buena forma de describir como ven los Swazis a ese ser supremo es traduciendo estos nombres.
Mvelinchanti: “M-“ es pronombre personal en forma singular para personas, no animales o cosas; “-Veli-” viene del verbo “-vela-“, que significa “aparecer”, “venir” o “ser”; “-nchanti” significa “antes que otros”, “primero”.
Mkhulunchanti: “Mkhulu-" significa anciano, abuelo, así que en este nombre tendríamos al bisabuelo del que descienden todos los demás.
Este ser supremo es pues único (monoteísmo), existe como algo vivo y físico, no fue creado o nació, sino que apareció, se hizo a sí mismo de la nada, y existía mucho antes que ninguna otra cosa existiera. Es un ser bueno, y espera que sus criaturas también lo sean, y vivan buenas vidas. Es el creador de todo lo que existe, fuente, dueño y sostén de todo, así como también destructor, y castiga los malos actos con enfermedades, sequías, esterilidad, etc.
En tiempos remotos, Mvelinchanti vivía en Swazilandia (los swazis relatan la existencia de una piedra con la huella de su pié), y al finalizar su obra creadora se fue a vivir al cielo.

Es creencia Swazi que Mvelinchanti es demasiado importante como para preocuparse del día a día de los hombres y sólo en ocasiones importantes actuará por sí mismo. Y de la misma forma, los swazis difícilmente se dirigen a él directamente. La mayor parte de la comunicación (en ambos sentidos) se realiza a través de intermediarios. Los swazis pueden adorar a Mvelinchanti, y veneran a una serie de intermediarios entre los que juegan papel principal los ancestros (emadloti).
Los Cristianos adoran a Dios, musulmanes a Allah, Judíos a Yavé; en cada una de estas religiones es la expresión del Ser Supremo, y todas ellas tienen también seres espirituales a los que se da un reconocimiento especial y se usan en mayor o menor medida como intermediarios; santos y mártires para Cristianos, ángeles y profetas en el Islam, y ancestros en la religión swazi.

Existe un intermediario especial (como lo sería por ejemplo la Virgen María para los Cristianos) llamado Mlentengamunye, que significa el de una sola pierna. Es considerado el mensajero principal de Mvelinchanti; Suele aparecerse a los hombres entre la bruma de una montaña, y como su nombre indica, sólo se le ve una pierna, nunca el resto del cuerpo, que permanece oculto por la neblina. Algunos swazis piensan que en realidad Mlentengamunye es el mismísimo Mvelinchanti, y se dice que hizo su última aparición en tierras swazis en tiempos del rey Mbandzeni (1875-1889).

Los ancestros juegan un papel importantísimo. Los más antiguos, de los que no se recuerdan nombres y pueden considerarse ancestros del clan o de la nación, son los más importantes, y los ancestros familiares, de los que se recuerdan los nombres, son mas para el día a día y los problemas u ocasiones más triviales. Por medio de ellos se pide ayuda a Mvelinchanti cuando hay problemas, consejo ante la duda, y se le da gracias también por las cosas buenas.
Los ancestros pueden aparecerse a los hombres, normalmente en forma de serpiente, así que en muchas ocasiones, cuando una serpiente aparece en alguna casa en zonas rurales, se la deja estar (manteniéndose prudentemente apartado) sin dañarla, hasta que decide marcharse por sí misma, pensando que se trata de un ancestro de la familia; En estas ocasiones, se consultará a un sangoma (sanador tradicional) para intentar averiguar el porqué de su visita.

La religión swazi está llena de rituales para todo tipo de ocasiones, desde el nacimiento hasta la muerte, incluso en las cosas más pequeñas de todos los días un swazi puede observar ciertas normas o proceder debido a motivos religiosos, de forma que la religión y espiritualidad acaba llenando todos los aspectos de la vida.

Recuerdo una ocasión en que llevaba en mi coche a una amiga Swazi; Hacía bastante calor, ella sentada en el asiento del copiloto con su bebé de un mes en brazos y yo conduciendo. Como de costumbre, especialmente con los niños todavía bebés, lo llevaba envuelto en mantas de forma que solo se podía entrever la nariz. Debido al calor, en un momento dado le aparté un poco la manta que le envolvía la cabeza y cara. En pocos segundos mi amiga se dio cuenta y lo volvió a tapar cuidadosamente. Lo volví a destapar, y ella lo volvió a tapar mirándome con cara de pocos amigos. Le dije que el crío se iba a asfixiar de calor, a lo que me respondió muy seria que dejara en paz la manta, y que llevaba el tiempo suficiente en swazilandia como para saber perfectamente que en una calle donde anda tanta gente puede haber muchos malos espíritus, y hay que apartar al bebé de su vista para que no lo enfermen o le hagan daño alguno.

Cultura y religión están íntimamente unidas, véase la ceremonia Incwala por ejemplo, y es Mvelinchanti quien marca y preserva en último término todos los hechos culturales y las leyes tradicionales swazis. También es el autor de las leyes y el orden natural, y son los ancestros los principales encargados por Mvelinchanti de que ese orden social y natural sea debidamente observado y respetado.

Mitos, leyendas, objetos sagrados, tradición oral, rituales, símbolos, proverbios, lugares y arte, todo ello forma parte de esa unión íntima entre cultura y religión.

Sangomas e inyangas (sanadores tradicionales), además de excelentes herboristas, hacen de médicos, doctores, psicólogos, consejeros, y son los especialistas en comunicarse con ese mundo de los espíritus; Conozco personalmente a algunos, y sus conocimientos sobre las propiedades medicinales de las plantas rebasan toda mi imaginación.

Tienen también una gran importancia los poderes místicos. Los swazis creen que Mvelinchanti a dotado con estos poderes místicos a todos y cada uno, pero a algunos les ha dado más, y son ellos los que deben ayudar a la comunidad en momentos de necesidad. Todo swazi tiene tremendo respeto por estos poderes místicos, y se tiene muchísimo cuidado cuando se entra en contacto con ellos. Pueden usarse para bien y para mal. Quién está dotado especialmente con estos poderes y los usa para bien de la comunidad es respetado, admirado y querido, y por el contrario quien los usa para mal es odiado y a ser posible eliminado; La brujería, entendida como mala y dañina (poderes místicos usados para ejercer el mal), es algo muy serio en swazilandia, y la palabra swazi que define a ésta brujería mala ni siquiera debe ser pronunciada si no hay una razón realmente importante. Los poderes místicos buenos se usan para obtención de medicinas, adivinación, bendición, y diversas ceremonias como atraer lluvia por ejemplo. Los poderes místicos malos, entendidos como hechicería, brujería, etc, se utilizan por ejemplo para asesinatos rituales en los que se obtienen partes del cuerpo humano para hacer magia, con diversos propósitos, obtención de protección contra un enemigo, hacer que el negocio vaya mejor, amoríos, fertilidad en personas y animales, etc. Es impresionante como aumentan de forma espectacular los asesinatos en época de elecciones por ejemplo; aparecen cuerpos mutilados, y muchos colegios deciden cerrar antes para que los alumnos tengan tiempo de llegar a casa con el sol todavía alto.

Los swazis saben cuándo llega su último momento en esta vida; Y cuando sienten que van a morir, cortan toda relación con el mundo físico que les rodea, y entran en una especie de trance en el que hablan con los ancestros y Mvelinchanti, preparando su partida de aquí, o más bien su llegada al otro mundo. Recuerdo una amistad que enfermó. Era persona profundamente religiosa, cristiana convencida, fervorosa a su estilo, practicante, y entusiasta por el cristianismo. Creo que su bien más preciado era su Biblia. En numerosas ocasiones gustaba de hablarme de religión e invitarme a su iglesia, haciendo proselitismo con entusiasmo. En el momento en que su enfermedad llegó a su estado final, cortó con este mundo, entró en una especie de trance, y empezó a hablar en siSwati con los ancestros y a aludir a Mvelinchanti, dejando de lado por completo nombres y/o alusiones cristianas.

Cuando decidí escribir algo en este plog sobre la religión tradicional swazi, no pensé nunca que se complicaría y alargaría tanto. Desde luego que al final no quedo nada contento con lo que he escrito, que creo es un pobre resumen que no llega a reflejar ni dar una idea clara de toda la riqueza de estas complejas creencias. Seguro que en futuras entradas habrá ocasión de hablar de diversos aspectos y cuestiones de esta religión.

lunes, 15 de febrero de 2010

¿Animistas? (I).

Una pregunta que los visitantes a esta zona de Africa me suelen hacer a veces es sobre religión. Y la pregunta en la mayoría de las ocasiones es hecha presuponiendo que la religión tradicional de los Swazis es de tipo animista; La gran mayoría de los visitantes piensan que los Swazis son o eran animistas, porque presuponen que es así en general en la mayor parte de las tribus de Africa negra.

No soy especialista en religiones, ni he hecho estudios sistemáticos o investigaciones a fondo sobre el tema. Pero sí me interesa enormemente la cuestión, y quiero dejar una idea de cómo veo yo las cosas, tanto por lo que he podido leer, hablar, comentar y ver viviendo aquí, como por lo aprendido en estudios hechos por algunos autores.

En general, cuando se piensa en Africa y en religión, se tiende a pensar en animismo. Y ese animismo existe, qué duda cabe, pero pocas veces en la forma pura que se imagina, y en muchas ocasiones las religiones ancestrales de las diversas etnias y tribus africanas poco tienen que ver con animismo.

Me centro ahora en Swazilandia como territorio, con los diversos pobladores que ha tenido a lo largo de miles de años, y en la tribu Swazi, perteneciente a la etnia Nguni que se engloba dentro de la gran etnia Bantú.
En esta primera entrega pretendo dar una idea de las religiones y creencias de los diversos pobladores que han habitado estas tierras, y en la segunda me centraré más extensamente en la religión tradicional swazi.

Las gentes que poblaban esta zona de Africa en los últimos miles de años, eran los ascendientes directos de los que conocemos hoy en día como Bosquimanos o gentes San, y por lo tanto, las tradiciones, creencias, y arte de estos Bosquimanos son herencia directa de aquellos antiguos pobladores.
Creían de forma algo vaga e imprecisa en la existencia de un ser supremo espiritual y creador, tienen mitos y leyendas sobre la creación, y conceptos animistas salpican aquí y allá sus creencias.
Su forma de dividir gente y animales era muy diferente a la nuestra. Para ellos, todos somos animales. La diferencia es que algunos animales comen las cosas crudas, mientras que otros las comemos cocinadas. Creían que el hombre no estaba confinado necesariamente a la forma de su cuerpo, sino que en estado de trance, podía transformarse en formas de animales, y luego volver a su forma humana a voluntad.
Creían en la existencia de dos mundos: Éste mundo, el que podemos ver, y el más poderoso mundo de los espíritus, que al fin determina causa y efecto en éste. Los chamanes eran personas con habilidades para moverse entre los dos mundos, e incluso alterar el equilibrio de poder; en momentos de tensión, enfermedades, o sequías por ejemplo, el chamán debe acudir al mundo de los espíritus, averiguar que está causando el problema, y solucionarlo.
Algunas pinturas rupestres bosquimanas se interpretan como verdaderos registros de estos viajes realizados por los chamanes al mundo de los espíritus, para recordar al grupo que quedó atrás qué pasó y porqué.

Hacia el año 400 DC, procedentes de la lenta migración de pueblos bantú de centro y este de Africa, empezaron a asentarse en esta zona grupos de colonos negros. Se desconoce la lengua que hablaban. Trajeron una nueva forma de vida, nuevas costumbres, agricultura, ganadería, fundición de hierro, etc.
Creían en la existencia de dos mundos; El nuestro y el de los ancestros. Creían en la existencia de un único y distante ser supremo, creador de absolutamente todas las cosas.
El mundo realmente importante era el de los ancestros, que era donde se tomaban las decisiones trascendentes, y la gente podía ponerse en contacto con sus ancestros en sueños o utilizando una persona con conocimientos para moverse entre los dos mundos - sangomas (sanadores tradicionales) -, y capacidad para interpretar los deseos de los ancestros entrando en trance para comunicarse con ellos.
Hacia el año 1.200 DC, una segunda oleada de pueblos Nguni acabó por dejar la población bosquimana de estas tierras reducida prácticamente a la nada.

A principios del siglo XIX, hicieron su aparición en estas tierras pobladores blancos de dos procedencias distintas: Los Boers, rígidos calvinistas en busca de tierra para establecer sus granjas y llevar una vida autosuficiente según sus creencias, y los ingleses, en busca de minerales, oro principalmente; Y ambos grupos, dispuestos a exterminar, utilizando justificaciones morales o religiosas, a cualquiera que se interpusiera en el camino para lograr sus fines.
Ambos grupos creían en la existencia de dos mundos, el actual en el que vivimos, y el de la vida eterna, bien sea en el infierno o en el cielo, que nos espera tras la muerte. Creían también en la existencia de un ser supremo, creador de todas las cosas, con el que se comunicaban por medio de la oración o de personas especialmente cualificadas para ello; curas, pastores, frailes, religiosos, etc.
Creían también tener el derecho y mandato divino a difundir y/o imponer las “tres Ces”, o sea Comercio, Cristiandad y Civilización.

La población que se encontraron, de una gran espiritualidad y con las creencias anteriormente citadas, era un terreno de cultivo ya abonado y excelente para expandir sus creencias, y así ocurrió. Para la mayoría de los Swazis, la idea de los dos mundos y un único Dios creador de todas las cosas tenía ya perfecto sentido, y el cristianismo simplemente rellenaba huecos, detallaba y explicaba algunas cosas de un concepto espiritual y religioso ya existente y conocido para ellos.

Así, la cristiandad se extendió rápidamente entre los swazis en la forma que llamamos Zionismo, consistente en una curiosa mezcla de veneración (y todo lo que ello conlleva) tradicional hacia los ancestros, y creencias Cristianas y del Antiguo Testamento principalmente. Esta influencia del Antiguo Testamento tiene una gran importancia, al promover y hablar de posesión por espíritus, profecías, hablar en lenguas desconocidas, adivinación, sacrificios y poligamia.

Creo que es muy interesante pararse a pensar unos momentos sobre las semejanzas y diferencias en las creencias y costumbres expuestas en los apartados 1, 2, y 3.
En el próximo capítulo, me centraré principalmente y expondré más extensamente la religión tradicional Swazi.

martes, 2 de febrero de 2010

¡Hora del bañoooo…!

A los elefantes les encanta bañarse; Normalmente primero la manada bebe agua, cuando todavía el fango del fondo no se ha removido, y luego llega el tiempo de baños y juegos para quien le apetezca. Aunque claro, a veces algún jovencito se olvida de esperar a que todos beban para empezar a jugar…

- Huy, huy que bieeeeeeeennn, vamos allá…


- Je, jeee, el submarino…


- Me siento en el fondo, me echo para atrás…


- Me revuelco para un lado…


- Y hasta me tumbo patas arriba. Ja, esto es vidaaaaaa….


- ¿Porqué os vais? serios mas que serios, solo porque he removido un poco el fango, que sois unos soseras…

sábado, 16 de enero de 2010

Lagartijos y lagartijas.

Varios árboles del jardín sirven de refugio a familias de estos coloridos bichitos.
A bastante gente le dan miedo pero a mi me fascinan estos dragones en pequeño llamados agamas; Sus colores, las curiosas formas de actuar, los dibujos que se descubren en sus cuerpos al acercarse, hacen que me pase largos ratos observándolos.

El Agama de garganta azul, Southern tree agama, Acanthocercus atricollis, Intfulo en siSwati, es bastante común y extendido en estas tierras. Varias familias de ellos pueblan árboles de mi jardín. Son absolutamente inofensivos para el ser humano, no así para las hormigas, base de su dieta, lo que lo convierte en un aliado formidable para la vida en Africa, ayudando especialmente a evitar invasiones de termitas. El macho, de colorido espectacular, nos muestra su librea más brillante en época de celo. Los colores de la hembra son mucho mas apagados. Sus enormes cabezas y finos cuellos cubiertos de escamas y espinas los hacen inconfundibles.
En realidad conocemos muy poquito sobre ellos. Miden entre 20 y 30 centímetros (palmo y medio), se alimenta de orugas, insectos, materia vegetal y especialmente hormigas y termitas, siendo uno de los pocos reptiles que aguantan su alta acidez.
Viven en los troncos de los árboles, y bajan al suelo para buscar comida.
Pasan la mayor parte de su tiempo quietos, cazando al acecho, y son muy rápidos corriendo cuando se sienten amenazados. Son territoriales, y en las competiciones entre machos parece que juega un papel importante el tamaño de la cabeza, prefiriéndose el que la tenga mayor. Los espectaculares colores de los machos comprenden diversos azules, amarillos, y verdosos. Los dibujos de las placas de sus cabezas forman coloridos e intrincados mosaicos.
Se conocen unas seis subespecies, pero muy pobremente descritas.
Se han adaptado a vivir cerca del hombre, y se los puede encontrar incluso en zonas urbanas.



Existe la creencia extendida de que son venenosos, lo que no es cierto en absoluto; puede ocurrir que al verse acorralado, se defienda a mordiscos, y debido a bacterias que pueblan sus dientes, la infección está asegurada. Debido a su aspecto y tamaño son temidos, considerados de mala suerte, y no se les quiere cerca de las casas. Los Swazis los utilizan con fines medicinales y mágicos; Se hace una cocción para atraer las tormentas sobre tu enemigo y que lo mate un rayo, o también, debido a las flexiones de cuartos delanteros que gustan de hacer estos lagartos, y que debido a sus grandes cabezas resultan de lo mas graciosas, se utiliza su cerebro para volver estúpido a alguien, etc.



Para iniciar el cortejo, a veces puede verse a la hembra ofreciendo sus cuartos traseros al macho, y en el momento que este se acerca, salir corriendo a prudente distancia, pararse, el macho intenta acercarse otra vez, nueva carrera, y así hasta que el macho consigue “atraparla”, o mas bien la hembra se deja atrapar.
Pondrá entre 4 y 12 huevos en un agujero excavado en la base de su árbol, de donde saldrán las crías en 3 meses.

Cuando son molestados o se sienten amenazados, estos agamas inician un curioso juego del escondite; Suben a un árbol, y se colocan en el tronco al lado contrario de donde les viene la amenaza, Si la amenaza intenta rodear el tronco, el lagarto se mueve también para que éste quede siempre de por medio. Sin embargo, si uno se queda completamente quieto, la curiosidad acaba pudiendo y el agama empieza a rodear el tronco para comprobar si sigues ahí.



Los peligrosos juegos mañaneros entre uno de mis perros y una de las familias de estos lagartos que vive en el árbol a veinte metros frente a la terraza son geniales; Primero baja el macho por el tronco, cabeza abajo, llega al suelo, hace sus tandas de flexiones, y comienza a avanzar despacio, mirando a uno y otro lado por si el perro anda al acecho. Cuando ha conseguido andar dos o tres metros, comienza a bajar la hembra siguiendo idéntico ritual; macho y hembra en fila, avanzando por el terreno, y las dos crías siguen detrás, formándose una fila de agamas que van avanzando por la hierba, buscando su comida, haciendo sus flexiones, y atentos todo el rato a la posible aparición de los perros. Y Luna suele aparecer invariablemente, avanzando lentamente, paso a paso, midiendo cada centímetro de terreno, la cabeza gacha, ni un ruido, avanzando las patas como si flotaran, hasta que los lagartos consideran que ya se acerca demasiado, y salen corriendo a su árbol refugio, el perro se lanza a correr detrás, pero casi nunca consigue alcanzarlos.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Queremos jugar al fútbol descalzos.

Hace un par de años, en una visita a Pamplona, pasé unos días con mi amigo Fernando en la deliciosa casona donde vivía, un pueblecito de la montaña Navarra llamado Ilarregi. Los días se pasaban rápido entre paseos por el monte, largas charlas nocturnas al calor del fuego, cocinando, leyendo, interneteando, y duras peleas por fregar. El día de mi marcha se puso a desconectar su aparato reproductor de DVD, lo empaquetó con esmero, y me lo dio; "Si yo ya no lo uso, entiendes...".
Mi maleta, con muchísimo sobrepeso, se presentó delante de la mesa de facturación de Iberia, y la chica me miró con cara de "Si, te has pasado demasiado...". "Voy a Swazilandia, donde vivo, y un amigo me ha regalado un DVD, algunas pelis,..." le dije, con sonrisa de oreja a oreja. Guiño malicioso, y etiqueta de 20kg en mi maleta.
Y el reproductor, después de 3 días de viaje, llegó sano: Lo instalé en mi casa, en el valle de Ezulwini, y já, seguía funcionando... Que gusto, poder ver pelis en cristiano de vez en cuando...
Al cabo de unas semanas, al pasar por el camino de Lobamba, el poblado real, a unos 10 km de mi casa, vi a lo lejos a mi amiga Sanelesiwe haciendo cola en la puerta de la clínica rural; Rodeada, como de costumbre, de hijos y añadidos, decidí parar a ver qué marchaba mal.
Phinda, uno de sus hijos, más conocido como Babazane, se había hecho una fea herida en el pié jugando al fútbol descalzo con una bola fabricada con trapos viejos. Me quedé a echarle una mano con los críos y las diferentes colas por las que tenía que pasar.
Cuando llegó el turno, Babazane recibió una dolorosa cura, unos puntos en vivo, una inyección, un enorme vendaje, y ordenes de la enfermera de no andar por los polvorientos caminos durante unos días, hasta que la infección bajara.
Y por supuesto, la correspondiente bronca de su madre por jugar al fútbol descalzo, que le va a suponer unos días perdiendo colegio y el desequilibrio de la economía familiar del mes.
Babazane se me aferra a la mano, hecho un mar de lágrimas, lágrimas interiores, y dos o tres que le resbalan por la mejilla, cosa extraña, porque Babazane es duro, duro como una piedra; Babazane ha nacido en África.
A Babazane le encanta ir a visitar a su abuela, que vive casi sola en las montañas; Le llevan comida y la compañía de sus hijas, hijos y nietos. No hay luz, ni agua corriente, y las casas son de barro y paja. Pero a Babazane le encanta estar con su abuela en el campo; las vacas, los cultivos... y corretear por las montañas.
Y la abuela, la abuela Gwebu, vive muy cerca de la segunda roca más grande del mundo, la roca Sibebe, a donde de vez en cuando, llevo turistas y viajeros que lo desean, para pasar el día con el aliciente de la roca y ver, pasear y empaparse de una zona rural de Swazilandia.
Cuando coincide que Babazane está visitando a su abuela, en cuanto me ve a lo lejos, subiendo el monte con mi grupo, viene corriendo y saltando cual rana, me coge de la mano con ánimo protector durante un rato, y se une encantado a la partida. Acabamos la subida y todos nos sentamos a descansar un poco, menos Babazane claro, que aprovecha para correr de un lado a otro saltando matojos. Babazane parece que nunca se cansa.
Así que Babazane y yo estamos hechos el uno al otro, y nos entendemos bien, con esa facilidad y sencillez con la que uno se entiende con un niño.
Babazane, al salir de la clínica, se aferra a mi mano y me mira fijamente; "Menuda mañanita que llevo", supongo que piensa...
Como no va a ir al cole, le digo a su madre que me lo llevo a pasar el día a mi casa. Su madre, encantada de "librarse" de uno por unas horas, se va de camino a la suya.
Cuando Fernando me dio el reproductor de DVD, se encargó de surtirme bien de películas, y entre ellas unas cuantas "mayores de 18" estilo La Edad del Hielo, Monstruos SA, Buscando a Nemo, etc, lo cual me viene de perilla. Babazane se sienta en el sofá, expectante, y empieza La Edad del Hielo: Scratch corretea arriba y abajo intentando salvar su bellotita, y Babazane ni se ríe, de atento que está. El nunca ha visto semejante cosa, no se lo puede creer. La película es en español, pero le da igual. Ni parpadea ni se mueve, atento a la tele.
Vuelvo a la media hora, y ni siquiera ha cambiado de postura.
Le pregunto que tal, y ni me responde.
Me voy a mis cosas
La película se acaba, y Babazane tiene una enormíííííííííísima sonrisa en su cara, los ojos abiertos como platos. Vale, ¿quieres ver otra? Yebo (sí).
Pruebo con Monstruos SA. Babazane pone cara de susto y me mira: No, esto no le va. ¿La Edad del Hielo 2?... Sí, por supuesto, y en español, claro.... A la media hora le traigo agua, y ni se digna mirarme... Vuelvo cuando se acaba la peli, y Babazane me pide emanti (agua) con su vocecilla más tierna; Ni se ha enterado de que tiene el vaso lleno delante. Se lo bebe de dos tragos, y vuelve a deleitarme enseñándome sus enormes y blancos dientes entre su enormíííííísima sonrisa.
Al atardecer, llevándolo de vuelta a su casa, no para de cotorrear contándome las dos películas, a su manera, de pe a pa. Lo devuelvo a su madre, que se las ve y se las desea para que Babazane no salga corriendo a contarle la historia a sus amiguetes.
Al cabo de algunos días, Sanelesiwe me llama: No hay forma de que los niños de Lobamba jueguen al fútbol con zapatos.
Así que mi amigo Fernando y una anónima y cuando menos simpática chica de facturación de Iberia, son culpables de que los niños de Lobamba se nieguen a ponerse algo en los pies para jugar al fútbol, y peor, de que hagan el burro todo lo que pueden y más.
Y gracias a Fernando por la sonrisa de Babazane. Y gracias a la chica de facturación por la sonrisa de Babazane.

Gracias a todos los que hacéis posibles esas sonrisas.

Gracias a todos los que hacéis que la vida sea vida, más interesante, más bonita, y más llevadera cuando pesa, con vuestras artes, músicas, imágenes, escritos, filosofías, pinturas, críticas, alegrías y penas, humanidad, comentarios, sabiduría, buen humor, pensamientos, denuncias de lo injusto, visión positiva y alegría. Vida y un buen año para todos.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Tiempo de Incwala.



Si estás interesado en conocer el contenido completo de este artículo, te ruego que contactes directamente conmigo. Gracias.
Ceremonia sagrada tradicional Incwala.
Ceremonia de las primera fruta.



























 





















Y termino con unas anécdotas:
* Hace 3 o 4 años, en plena Incwala, le robaron la umdada al rey. Consiste en una especie de faldilla de piel de leopardo que sólo se usa durante la Incwala. Unos guerreros jóvenes se la robaron y la vendieron, a precio exorbitante, a un conocido hombre de negocios Swazi, que a su vez tuvo que pagar una fuerte multa en vacas al rey por haber comprado su umdada robada. No se sabe que pasó a los hábiles ladroncillos.
* Hace un par de años, la princesa Sikanyiso (hija mayor del rey), al salir con mi regimiento del Kraal en la despedida del último día, me saludó muy amablemente diciéndome que “me daba las gracias por quemarme la piel bajo el sol ardiente”.
* A los visitantes de otros países africanos les encanta sacarse fotos con “Cola de Gallo”, especialmente a las visitantas.

Así que llegada esta época del año, tiempo de Incwala, uno se viste de faldillas, escudo en una mano, hacha ceremonial o lanza en la otra, y se pasa los días atendiendo y disfrutando de esta ancestral ceremonia, unas veces llevando visitantes curiosos a verla, y otras disfrutando simplemente con amigos.